Pero tanto en el universo cervecero, como en todos los demás, la lucha entre el bien y el mal queda patente en diversas marcas con sus características propias. Lo mejor será empezar por el "lado oscuro" y dejar las santas para la segunda entrega.
Este tipo de cervezas son de alta fermentación, poseen una elevada tasa alcohólica -como mínimo 8% de volumen- y un sabor peculiar, a lo que se suma su satánico nombre.
1.- La Bierre du Demon: ostenta el sobrenombre comercial "La biere blonde la plus forte du monde", que viene a suponer en la traducción "la cerveza rubia más fuerte del mundo". Se trata de una cerveza fuerte de 12% de origen francés, más concretamente de la factoría Brasseurs-Gayant, una fábrica que data del año 1919 y que elabora además otras marcas conocidas en el país vecino: La Bière du Desert, La Divine o la Saint Landelin.
Es una cerveza especial tipo “lager”, de baja fermentación pero con más malta de la que suele usarse en el proceso normal de elaboración de una cerveza. Contiene una levadura especial y la tienen en fermentación durante 15 días. Su color es dorado y su espuma escasa.
Etiqueta de La Bierre du Demon
2.- Satan: supone el ejemplo más claro de esta tendencia. Aunque más suave que la anterior, esta cerveza se elabora en una pequeña cervecería en Peizegem, cerca de Bruselas con el nombre de De Block. Se trata de una fábrica fundada en 1887 que apenas ha cambiado desde su innauguración. Los alambiques aún se calientan con fuego de carbón, luciendo aún mejor el aspecto infernal de esta bebida.
La Satan Red es una cerveza especial ambarina-rojiza, con un sabor pronunciado, elaborada con malta tostada. Es una cerveza de alta fermentación, 8% de alcohol. Posee un aroma ahumado, que recuerda la malta tostada y especias y un sabor suave pero resistente, ligeramente caramelizado. El secreto radica en la elección de sus materias primas entre las cuales destacan sus "hierbas salvajes" y la ausencia de todo aditivo químico.
2 comentarios:
La Bière du Demon me parece una cerveza intragable, y de precio excesivo además. No hay sabor, solo hay alcohol, puro alcohol. Satan ya es otra cosa, está bastante buena, aunque no la calificaría como una maravilla.
Y hum, olvidaste hacer mención de la belga Lucifer. :)
Saludos!
Sí, coincido Embracing Darkness. Lucifer me gusta bastante más que la Satán (Blonde). De todos modos es muy curioso el tema de las cervezas monásticas y santeras y sus anti-clericales competidoras.
Un saludo!
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