La fabrica fue fundada en 1817 por el terrateniente y cervecero local Johan Peter Wallenborn, pero fue uno de sus descendientes, Theobald Simon, quien construyó las bodegas apropiadas que permitieron a la compañía empezar a producir cervezas de fermentación baja. Estas se conservaban bien durante los cálidos meses estivales como las cervezas oscuras de estilo bávaro y las lager vienesas, así como el estilo pilsen, que era un invento relativamente nuevo en aquella época. En 1883 la Bitburger adopto el termino pilsener y en 1911, Pilsner Urquell llevo a los alemanes ante los tribunales para impedir el uso de la denominación Pilsner. Pero, en 1913, el Tribunal aleman rechazó la demanda y quedó levantado el veto al nombre de Pilsner. a finales de la Segunda Guerra Mundial, la fábrica resulto casi totalmente destruida por efecto de las bombas.
En 1973 la Bitburger superó la mágica cifra de "un millón de hectolitros". En 1979,la compañía adquirió Gerolsteiner Brunen; en 1991, la fábrica Köstritzer Schwarzbier (de la que hablaremos otro dia); la fábrica Schultheis, de Weissenthurm, en 1993, y en 1997, la fábrica polaca Browar Szczecin. A día de hoy sigue siendo una propiedad familiar de los descendientes del fundador.
La cata de esta cerveza de color dorado empieza con un aroma a lúpulo nada mas abrirla, y en boca tiene un caracter de malta suave y deja un agradable amargor, es una cerveza seca y bastante redonda, tiene una carbonatación media-alta y una espuma blanca que dura bastante, tiene una graduación de 4,8% se presenta en botella de 33cl, es un pilsen que para tomar de aperitivo va de miedo, sobre todo bien fresquita.
Mi valoración personal 6 sobe 10
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